Con la digitalización surge el concepto tech, que hace referencia a la integración de las nuevas tecnologías en la práctica diaria de una actividad concreta. El sector jurídico ha tardado en abordar la revolución digital, pero se ha incorporado logrando acuñar el término legaltech. Marketplaces jurídicos inteligentes, servicios de reclamaciones online, software de gestión y revisión de contratos y chatbots para servicios jurídicos bajo demanda son algunas de las soluciones tecnológicas que ofrece hoy en día el derecho digital.

Al mismo tiempo, los clientes tienen más conocimientos sobre el ámbito legal y los despachos deben enfocar sus esfuerzos en satisfacerles con una actitud pro-activa que anticipe sus demandas. Ante este panorama, los expertos de The Valley han analizado las tendencias del derecho digital y proponen algunas recomendaciones para los profesionales.

Abogados polivalentes con conocimientos científicos, jurídicos y tecnológicos

La digitalización del sector legal trae consigo la necesidad de profesionales preparados en derecho digital. La clave de este perfil experto es la fusión de conocimientos científicos, tecnológicos y jurídicos que le permitan regular de forma concreta el uso de las tecnologías punteras de la era digital y su repercusión, como el uso adecuado de la red, el Internet de las Cosas, los drones, los coches autónomos, etc.

La flexibilidad laboral y el trabajo colaborativo contribuyen a la eficiencia

En el proceso de transformación cultural de los entornos jurídicos, se comienzan a aplicar metodologías de trabajo innovadoras para optimizar procesos y trabajar de forma colaborativa entre los distintos departamentos y profesionales.

Además, la integración de ciertos software, tecnologías y herramientas de trabajo flexibles están haciendo el trabajo de los abogados más eficiente. El Cloud Computing, por ejemplo, les permite trabajar desde cualquier lugar y momento y acceder desde cualquier dispositivo a la información; por su parte, la inteligencia artificial podría ayudarles a anticiparse a las necesidades de sus clientes y prever las probabilidades respecto a un determinado caso. Además, se deben aprovechar la gran cantidad de pymes que han surgido del movimiento ‘legaltech’ para agilizar procesos y delegar las tareas más repetitivas y automatizables.

El cliente jurídico demanda servicios integrados y el uso de tecnologías

El entorno digital trae diversas implicaciones jurídicas que los abogados deben identificar y conocer. Con los nuevos software y servicios online los profesionales pueden atender a sus clientes en un menor tiempo, con menor coste y con una comunicación más directa y simple.

Nuevas regulaciones para controlar las posibles amenazas del entorno online

El derecho digital exige también nuevas regulaciones para proteger a los usuarios y controlar el uso de las tecnologías. Entre otras implicaciones que tiene la digitalización en el sector legal, están los ciberataques, la invasión de la privacidad, el incumplimiento de la RGPD, los usos incorrectos del big data o el Internet de las cosas.

A nivel europeo se han aprobado diversas directivas en este ámbito, como la PSD2(Payment Service Directive) que regula los pagos digitales; la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, nueva normativa que afecta al e-commerce; o la RGPD, que regula la protección de datos.

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